A la edad de 11 años comencé a emprender gracias a un árbol de limón que tenían mis padres en casa, puse mi puesto de limonadas, aprendí la importancia sobre la atención al cliente desde muy pequeño, así como la competitividad toda vez que mi vecino y amigo puso su puesto de limonadas también, entendí los ciclos de los emprendimientos y la importancia de estar atento al cambio, cuando entendí que no solamente limonadas puede salir de un árbol de limón.

Seguí con un emprendimiento en la elaboración de comics para venderlas en la escuela, entré en el mundo de la venta de publicidad al ofrecer anuncios para las contraportadas de mis revistas, mi único activo fijo fue una máquina de escribir dado a que no contaba con el recurso para comprar una computadora, gracias a la odisea de tener que comprar esa máquina. me vi envuelto en lo importante que es conocer sobre el tipo de cambio y los impuestos sobre consumo, en el año de 1992 a mis 12 años empecé a comprar dólares de lo que ganaba de las ventas de comics, aprendí que era muy gratificante no solamente ahorrarlos, también el de adquirir activos dolarizados, estrategia que reforcé gracias al aprendizaje de la crisis de 1994 con la devaluación del peso y haber conservado lo poco que tenía ahorrado en dólares.

Por casi 25 años he creado y apoyado a emprender proyectos enfocados en equipo de cómputo y sistemas computacionales, maquinados y herramentales, proveedurías a maquiladoras y servicios para campos petroleros, servicios inmobiliarios, en el ramo alimenticio, así como en la asesoría contable y fiscal, contamos con un portafolio de capital de trabajo que incluye inversiones en la bolsa de valores, plataformas de crowfunding, entre otros proyectos incluidas las inversiones en franquicias y del sector salud.